Los Jardines de Cap Roig son, por su singularidad, un espacio único en el Mediterráneo. Hoy queremos contarte tanto su historia como la de su castillo y hablarte de los artífices de su creación, un matrimonio que se enamoró perdidamente de la costa.
Un poco de historia
Estas joyas de gran belleza, situadas entre los municipios de Palafrugell y Mont-ras (en la comarca del Baix Empordà), tienen su origen a finales del siglo pasado.
En 1927, el coronel ruso Nicolai Woevodsky y su esposa Dorothy Webster, una aristócrata inglesa amante de la decoración, llegaron a una zona del litoral de Girona que empezaba a conocerse como la Costa Brava.
Buscando una ubicación para asentarse y dejar atrás la vida cortesana que llevaban en Londres, pusieron sus ojos en una finca ubicada sobre un acantilado de Cap Roig. Aquí construirían un hogar que les ligaría a este enclave el resto de su vida.
Levantaron un castillo con su propio embarcadero y una caseta para guardar las barcas en la cala Massoni, donde Dorothy solía nadar en verano. Desde aquel entonces, a esta pequeña cala se la conoce como la Bañera de la Rusa. El edificio, de estilo neomedieval, fue diseñado por el mismo Nicolai, quien tenía conocimientos de arquitectura. La obra se empezó a construir en 1931 y se acabó en 1975.
El amplio terreno que rodeaba el castillo era perfecto para crear un idílico jardín. Con esta idea, Dorothy y un equipo de jardineros se encargaron de acondicionar las pendientes y de nivelar el suelo. Un total de siete hectáreas fueron preparadas con el objetivo de poder plantar diferentes especies. En 1935 ya se habían plantado, entre flora mediterránea, tropical y subtropical, más de quinientas plantas.
Enterrados en un paraje rocoso y sombreado por los pinos de la punta de Cap Roig, descansa hoy este matrimonio que nos dejó un legado excepcional. Junto a ellos, reposan también Nero y Bonzo, el perro y el gato de la pareja.
Los jardines en la actualidad
Una vez fallecido el matrimonio, la finca pasó a manos de la Fundación Caixa Girona y luego a la Obra Social “la Caixa”, que en la actualidad apuesta por su conservación.
En el 2017, en los Jardines de Cap Roig se inauguró un parque de esculturas. A partir de ese momento, la variada vegetación empezó a convivir con piezas de arte moderno que recuerdan a las de los jardines clásicos romanos y griegos.
Hoy en día es uno de los jardines botánicos más importantes del país. Cuenta con una extensión de 20 hectáreas en las que se atesoran 800 clases de especies botánicas, las cuales se pueden contemplar realizando una visita guiada.
A lo largo del año, aquí se pueden realizar diferentes talleres relacionados con la jardinería como, por ejemplo, “Técnicas de jardinería de invierno” o “Esquejes de plantas aromáticas”.
Además, cuando llega julio y agosto, en los jardines se celebra el Festival de Cap Roig, uno de los festivales de música y danza más relevantes de la Costa Brava. Si no has asistido nunca a esta cita, te recomendamos que no te la pierdas el próximo verano. Ver las actuaciones de grandes artistas en esta impresionante localización merece mucho la pena.
Si todavía no tienes plan para este fin de semana, te recomendamos visitar estos fabulosos jardines que son un referente paisajístico de nuestra costa. ¡Te encantarán!
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