¡El 14 de febrero ya está aquí! Si todavía tu pareja y tú no habéis decidido cómo pasar este día tan especial, recuerda que la Costa Brava está repleta de rincones increíbles. ¿Quieres conocer alguno de ellos? ¡No pierdas detalle!
Entre flores y plantas.
En un lugar privilegiado, muy cerca de Blanes, se halla el impresionante Jardí Botànic Marimurtra que fue fundado por Carl Faust en el año 1920.
Dedicado principalmente a la flora mediterránea y subtropical, alberga más de cuatro mil especies y está considerado como uno de los jardines botánicos más interesantes de toda Europa. Flores, plantas, caminos y escaleras que se encuentran encima de un acantilado desde donde es posible contemplar la belleza del mar Mediterráneo. Un universo vegetal de cuatro hectáreas que tendrás el placer de disfrutar junto con tu acompañante.
Será inevitable que a lo largo del recorrido os topéis con el Templet de Linné, un monumento arquitectónico muy peculiar que es un hermoso mirador de forma circular con columnas y estética griega.
Este lugar es tan delicado y tiene unas vistas tan majestuosas que en él se suelen celebrar bodas durante todo el año. ¿Te imaginas dando el “sí, quiero” en la Costa Brava?
Rodeados de magia.
Existe un lugar en Lloret de Mar en el que los enamorados que lo visitan pueden llegar a sentirse casi como en un mundo paralelo. Hablamos de la Cala dels Frares, una cala situada a los pies de un acantilado.
Accederéis a ella recorriendo el camino de ronda que empieza en la playa de Lloret y, una vez allí, os quedaréis sorprendidos por las curiosas rocas que surgen del mar. Este mágico entorno natural, destaca por la paz y la tranquilidad que desprende y por la transparencia de sus aguas.
Quién sabe si, una vez hayáis conocido la Cala del Frares, ésta se convierta en vuestra favorita y sigáis descubriendo otras de las muchas calas llenas de paz que hay salpicadas por la costa.
Un San Valentín con vistas.
¿Recuerdas la primera vez que tu chic@ y tú os mirasteis a los ojos y surgió el amor?
Os aseguramos que, si visitáis el Mirador de S’Agaró, os enamoraréis de nuevo. Pero esta vez será de las preciosas vistas que tendréis antes vosotros.
Para llegar al mirador, deberéis seguir un camino que es ideal para pasear mientras se aprecia el paisaje: el camino de ronda de S’Agaró. Durante el trayecto, os toparéis con un templete muy original formado por seis columnas y ubicado al lado a una pequeña plaza próxima al mar: la Plaza del Mirador.
Este es uno de los rincones más románticos de Sant Feliu de Guíxols y, además, uno de los lugares de que no pueden faltar en tu Instagram. ¡No os vayáis sin haceros una foto!
Un paseo romántico con mucho arte.
¿Qué te parecería conocer la casa que escogió Salvador Dalí para construir el hogar de su musa y esposa Gala? En Púbol, un pequeño pueblo del Baix Empordà, el artista acondicionó especialmente para ella un edifico medieval del s. XI que a día de hoy está convertido en el Castillo-Museo Gala Dalí.
Tiene salas y espacios fascinantes como, por ejemplo, el Salón de los escudos, el Salón del piano, la biblioteca, el desván, la habitación de Gala y su mausoleo subterráneo diseñado al completo por Dalí. Ya en el exterior, el sinuoso jardín acoge varias esculturas de elefantes de patas largas, bustos de Wagner y una pequeña piscina.
El Castillo de Púbol es, en definitiva, una gran muestra de amor del genio surrealista hacia su mujer y que queremos recordar en el día de los enamorados.
Como sabrás, la Costa Brava ha sido y sigue siendo una fuente de inspiración para artistas que han llegado a ella desde todas las partes del mundo. ¿Te animas a descubrir junto a tu pareja la estela que han dejado?
Amor medieval.
¿Qué te parecería pasar una jornada paseando de la mano de tu amad@ por un precioso pueblo como Begur?
Desde hace muchos años, este municipio situado en el corazón del l’Empordà, es considerado como uno de los destinos medievales más bonitos de la costa catalana.
Os proponemos realizar un paseo por el centro en el que descubriréis sus edificios históricos, sus calles estrechas y adoquinadas así como un sinfín de recodos que no dejarán de sorprenderos por su belleza.
Poco a poco, podréis ir subiendo a la zona en la que se hallan los restos del castillo medieval cuyos orígenes se remontan al siglo XI. Durante el ascenso, veréis las casas de piedra y sus fachadas pintadas con llamativos colores y pasaréis cerca de algunas torres defensivas.
Una vez arriba, en la cima de la montaña donde un día se elevó el majestuoso castillo, habrá llegado el momento de deleitaros con unas vistas que son absolutamente inigualables: las Illes Medes, Sa Riera, la montaña del Canigó, Palamós, el Cap de Creus, etc.
¡Caeréis rendidos a los encantos de Begur!
Y si os quedáis con ganas de más, la costa guarda muchísimos más monumentos medievales que no os podéis perder. 😉
Sea cual sea la forma en la que celebres San Valentín, lo importante es que pases el día con esa persona especial que amas tanto como amas a la Costa Brava.
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