La Navidad trae consigo un mensaje de alegría y, sobre todo, de paz universal. Pero también trae los reencuentros familiares, los compromisos sociales, las comidas, las cenas y las compras de última hora que acaban produciendo más estrés y ansiedad que otra cosa.
Hemos seleccionado algunas playas y calas de la Costa Brava llenas de paz y tranquilidad que pueden ayudarte a recargar las pilas y a hacer que lleves mejor el cansancio físico y mental que suele ir de la mano de estas fiestas.
Playa de la Fonollera (Torroella de Montgrí).
En el municipio de Torroella de Montgrí encontrarás uno de los rincones más tranquilos de la Costa Brava: la Playa de la Fonollera también conocida como Gola del Ter.
Esta playa es una zona de gran interés natural en la que desemboca el río Ter formando diversas lagunas.
Es muy alargada (cuenta con, nada mas y nada menos, 1300 metros de longitud), sus aguas son profundas y su arena es fina y dorara.
Visita este lugar idílico poco frecuentado y con pocas viviendas alrededor en el que los amaneceres son impresionantes y las vistas a las Illes Medes son aún mucho mejor.
Cala Estreta (Palamós).
Caminando aproximadamente media hora desde la playa de Es Castell y tomando el camino de ronda hacia el norte dirección Cap Roig, llegarás a la Cala Estreta.
Esta recóndita playa virgen rodeada de acantilados está marcada por dos salientes rocosos muy visibles. Uno de ellos es “La Roja” que divide la playa en dos. Siguiendo el otro saliente irás a parar a la Cala d’en Remendón desde donde podrás divisar unos islotes que por su forma recuerdan a un dragón dormido.
Muy cerca de aquí apreciarás un pequeño archipiélago llamado “Illes Formigues”, cuatro rocas sin vegetación que quedan cubiertas totalmente por el mar cada vez que sube la marea.
Descubre este bonito entorno natural ideal para relajarte lejos del bullicio navideño tan propio de la ciudad.
Cala dels Frares (Lloret de Mar).
Si hay una cala perfecta en la que te puedes perder para sentirte en otro mundo, esa es la Cala del Frares.
Está situada a los pies de un acantilado y para acceder a ella se debe recorrer el camino de ronda que empieza en la Playa de Lloret y atraviesa Sa Caleta.
Es una cala sin servicios y de difícil acceso por lo que la afluencia de público es mínima ya sea primavera, verano, otoño o invierno. Así que si te enamoras de este lugar, se puede convertir en tu rincón de sosiego en cualquier época del año.
Déjate sorprender por un conjunto rocoso con formas especialmente particulares que surgen del mar. Una vez más la Costa Brava te brinda la oportunidad de captar uno de los lugares más bonitos que no pueden faltar en tu Instagram.
Cala Maset (Sant Feliu de Guíxols).
A través del camino de ronda que une la Playa de Sant Pol con Sant Feliu de Guíxols estarás muy cerca de una pequeña cala casi paradisíaca, la Cala Maset.
Para poder llegar a la cala deberás bajar por unas escaleras bastante empinadas que hay al lado de la carretera. Estas indicaciones las verás en un cartel que encontrarás en un tramo del camino.
Una vez hayas llegado, comprobarás que estás en un lugar pequeño de unos 25 metros de longitud por 15 metros de ancho en el que la arena es rosada y donde abunda la vegetación, en su mayoría pinos y encinas.
Tanto para los niños como para los adultos la Cala Maset es todo un acierto. Para los más pequeños porque en época de baño la entrada al mar es poco profunda y para los adultos porque es una buena elección para hallar tranquilidad y descanso.
Cala Rustella (Roses).
Situada en el Parque Natural del Cap del Creus, la Cala Rustella, es una de las calas más bonitas y poco conocidas de la Costa Brava.
Deberás hacer un descenso de casi 90 metros y tardarás entre 15-20 minutos en completarlo.
Es algo difícil porque el terreno es bastante empinado pero piensa que este esfuerzo se irá viendo recompensado a medida que bajes ya que las vistas hasta llegar a la cala son increíbles.
Una vez abajo tendrás ante ti un espacio pequeño de aguas turquesas rodeado de exuberantes pinos. Un precioso paisaje para fundirte en él y llenarte de la energía que transmite la naturaleza de nuestra costa.
No es fácil llegar a estos lugares de los que te hemos hablado pero te aseguramos que cuando los pises te invadirá una gran sensación del calma y armonía. Relájate, céntrate y después… ¡sigue disfrutando de la Navidad!
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