Hace unos días te hablamos de algunos faros de la Costa Brava que puedes visitar desplazándote de norte a sur. Hoy queremos continuar la ruta contándote qué otros faros puedes encontrar recorriendo el litoral catalán. ¿Estás preparado?
Faro de Palamós
El Faro de Palamós se halla sobre un saliente rocoso. Su forma es diferente a la de muchos faros de la Costa Brava. Se caracteriza por estar separado de la vivienda del farero. Su planta es hexagonal, tiene una parte superior cilíndrica (que cuenta con una balconada de hierro) y está coronado por una cúpula gris.
Este faro también es conocido como el Faro de la Punta del Molino, ya que, antiguamente, había un molino de viento en esta zona que, por cierto, estaba muy aislada. Para que te hagas una idea de lo alejado que estaba este lugar, solo te diremos que fue usado como espacio para poner en cuarentena a los enfermos de la peste. En la actualidad, este faro está integrado en la parte urbanizada del pueblo.
Entró en servicio en 1865 y en 1975 sufrió una reforma en su estructura debido a las grietas causadas por los bombardeos de la Guerra Civil española. En 1917 se convirtió en uno de los primeros faros electrificados en España gracias a la llegada de la red eléctrica a Palamós.
En definitiva, es un sitio precioso que invita a relajarse mirando el mar, el sol y el cielo infinito desde su pequeño mirador.

Faro de Tossa de Mar
Si tienes la oportunidad de ir a Tossa de Mar, te recomendamos mucho acercarte a su faro. Podrás disfrutar de las increíbles vistas y contemplar cómo se enciende su luz al atardecer para guiar a los pescadores.
El Faro de Tossa se encuentra a 70 metros sobre el nivel del mar. Puedes acceder a él andando o subiendo con el tren turístico que está disponible de marzo a octubre (recomendamos consultar los horarios en la oficina de turismo de Tossa de Mar).
Estamos ante el último faro que se construyó en la Costa Brava (1917). Se levantó cuatro años después del Faro de El Port de la Selva (o Faro de s’Arenella) con el objetivo de salvar la oscuridad del tramo de costa que va de Calella de Mar a Palamós. Es importante mencionar que el diseño del Faro de El Port de la Selva estaba tan logrado que sirvió como modelo para construir otros faros como, por ejemplo, el Faro de Tossa de Mar.
El faro alberga en su interior la sede del Centro de Interpretación de Faros del Mediterráneo. Aquí se explica en profundidad la importancia que han tenido los faros a lo largo de la historia y cómo hoy, muchos de ellos, siguen siendo esenciales para la vida en la costa.

Faro de Calella
Atravesando un sendero que parte de la playa, llegarás al Faro de Calella, el símbolo por excelencia de esta población.
Está situado en lo alto de la montaña de Capaspre (a aproximadamente 50 metros de altitud) y está rodeado de una densa vegetación
En el pasado, en este mismo punto había una torre de vigilancia y de defensa llamada “La Torreta” desde la que se alertaba de los ataques piratas.
Actualmente, el faro sigue guiando a los pescadores y es, a su vez, un lugar frecuentado por los turistas que llegan a la población. Su linterna emite un destello de luz blanca cada 30 segundos, el cual es visible a unas 35 millas de distancia.
A los pies del faro se sitúa el Centro de Interpretación. Si lo visitas, podrás saber cómo funcionan las comunicaciones marítimas y conocer los diferentes usos que tiene este faro en nuestros días, todo a través de juegos interactivos y documentos audiovisuales.
En el exterior hay un mirador desde donde se obtienen unas vistas extraordinarias del municipio de Calella, de la costa y del mar. Son perfectas para hacerte una foto de recuerdo cuando empieza a caer el sol.

Hasta aquí llega nuestra ruta por los faros de la costa. No olvides que es un plan ideal para descubrir algunos de los enclaves más bellos de esta zona bañada por el Mediterráneo. 😍
Leave A Reply