El Camino de Ronda es una de las joyas escondidas en la Costa Brava y que ofrece un recorrido espectacular a lo largo del litoral mediterráneo. En otoño, cuando el trasiego desciende y el clima se suaviza, este sendero revela su verdadero encanto. A continuación, te presentamos los mejores rincones del Camino de Ronda para disfrutar de un entorno único.
Begur y sus calas
Comenzar el recorrido en Begur es sumergirse en la esencia más pura de la Costa Brava. Este encantador pueblo de calles empedradas y casas de estilo indiano es el punto de partida perfecto. Desde aquí, el Camino de Ronda nos lleva a descubrir calas escondidas como Sa Tuna y Aiguablava. En otoño, la tranquilidad de estas playas y el color dorado de las hojas ofrecen un paisaje inigualable para los amantes de la fotografía y la naturaleza.
Tamariu y su encanto salvaje
Siguiendo el camino hacia el sur, Tamariu es una parada obligada. Esta pequeña y pintoresca localidad de pescadores conserva su autenticidad y belleza natural. La playa principal, rodeada de pinos, se viste de colores marrones y dorados en esta época del año y el sendero que sigue la costa ofrece vistas impresionantes del Mediterráneo
Llafranc y el Faro de Sant Sebastià
Llafranc, con su elegante paseo marítimo y su puerto deportivo, es otro de los puntos destacados del Camino de Ronda. Desde aquí, un sendero te llevará al Faro de Sant Sebastià, situado a 169 metros sobre el nivel del mar. Este punto ofrece una de las vistas panorámicas más espectaculares de la Costa Brava. En otoño, la claridad del aire y la luz dorada del atardecer crean un ambiente mágico.
Calella de Palafrugell y el encanto de sus playas
Uno de los destinos más emblemáticos del Maresme es Calella de Palafrugell. Esta antigua aldea de marineros ha sabido conservar su encanto a lo largo del tiempo. Sus estrechas calles y casas blancas hacen la combinación perfecta con el agua cristalina de sus playas, como la del Canadell. En época del año, la paz y la belleza natural de este lugar se intensifican, convirtiéndolo en un destino perfecto para los senderista.
S’Agaró y Platja D’Aro
Este tramo del Camino de Ronda combina el paraje natural y la arquitectura de manera única, con calas de rocas, vegetación propia de la tramontana y vistas espectaculares desde las alturas. Además, en la localidad de S’Agaró podremos descansar de nuestro paseo disfrutando de una amplia variedad de actividades.
En definitiva, el Camino de Ronda es la escapada ideal para disfrutar de la naturaleza otoñal más tranquila y revitalizante, donde no podremos olvidar estar equipados de un buen calzado, cámara de fotos para inmortalizar cada postal y sobre todo, muchas ganas de desconectar en este paraje único.
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