La Costa Catalana es un tesoro de paisajes pintorescos y playas idílicas, y el Camino de Ronda que acompaña a su línea costera es la manera perfecta de explorar esta maravilla natural. Desde el encanto marinero de Blanes hasta el esplendor i ritmo frenético en verano de Platja d’Aro, cada paso en este camino revela tesoros ocultos y vistas impresionantes.
Blanes: Puerta de Entrada a la Costa Brava
Blanes marca el comienzo de esta emocionante travesía. Con su puerto pesquero animado y su jardín botánico Marimurtra, esta ciudad costera cautiva desde el primer momento. Desde el inicio del Camino de Ronda, se puede disfrutar de vistas panorámicas de la bahía y también de Sa palomera.
Cala Sant Francesc: Oasis de Tranquilidad
A medida que avanzamos, aún en la localida de Blanes, nos encontramos con Cala Sant Francesc, un rincón tranquilo rodeado de exuberante vegetación y aguas cristalinas. Esta cala es un refugio perfecto para aquellos que buscan un respiro tranquilo y sin multitudes.
Lloret de Mar: Vibrante y Versátil
Lloret de Mar es el siguiente punto de parada en este viaje, conocido por su mezcla única de historia y vida nocturna. El castillo de Sant Joan, que domina la ciudad desde lo alto, ofrece una vista panorámica del paisaje marino donde en su paseo, nos espera la Dona Marinera.
Cala Boadella: Belleza Salvaje
Continuando por el Camino de Ronda, nos encontramos con Cala Boadella, una joya escondida entre acantilados y vegetación frondosa. Esta playa virgen es conocida por su belleza natural y aguas cristalinas, atrayendo a aquellos que buscan sumergirse en un entorno natural impresionante.
Tossa de Mar: Encanto Histórico
Tossa de Mar, con su impresionante casco antiguo medieval, es otro punto destacado en este viaje. El faro de Tossa, ubicado en lo alto de la Vila Vella, ofrece vistas espectaculares de la costa y es un lugar perfecto para disfrutar de una puesta de sol inolvidable.
Cala Bona (Tossa de Mar): Escondite Intimo
En Tossa de Mar, la Cala Bona es un escondite íntimo que revela la esencia de la Costa Brava. Con su acceso a través del Camino de Ronda, esta cala es un rincón aislado con aguas cristalinas y una atmósfera tranquila, ideal para aquellos que buscan escapar del bullicio.
Sant Feliu de Guíxols: Tradición Marinera
Sant Feliu de Guíxols combina la autenticidad de un puerto pesquero tradicional con la sofisticación de una ciudad costera moderna. El monasterio de Porta Ferrada, con más de mil años de historia, es una visita obligada.
Platja d’Aro: Destino Costero Completo
El viaje culmina en Platja d’Aro, un destino costero vibrante y completo. Con su animado paseo marítimo, tiendas y restaurantes exclusivos y playas largas de arena dorada.
Cala del Pi (Platja d’Aro): Elegancia Natural
Con aguas cristalinas y acantilados que la abrazan. Esta cala, rodeada de pinos que dan sombra a la playa, ofrece un escenario elegante para relajarse y disfrutar de la serenidad del entorno.
A lo largo del Camino de Ronda, incluso en invierno, la naturaleza se encuentra con la cultura, y la belleza se fusiona con la historia. Esta travesía es más que un simple recorrido; es una experiencia que catapulta a los viajeros a un mundo donde la Costa Brava revela su esplendor en cada curva del camino. ¡Prepárate para ser cautivado por la magia de la costa catalana!
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