Tossa de Mar, situada en la Costa Brava, es conocida por sus hermosas playas y su encanto mediterráneo. Sin embargo, para aquellos que buscan un poco más de tranquilidad y belleza natural, las calas cercanas son verdaderas joyas escondidas que no se pueden pasar por alto. A continuación, te presentamos una selección de las que, para nosotros, son imprescindibles:
Cala Bona
Comenzamos nuestro recorrido con una parada en Cala Bona. Esta pequeña cala se encuentra enmarcada por acantilados rocosos y aguas cristalinas. Con su arena dorada y su ambiente tranquilo, Cala Bona es perfecta para relajarse y disfrutar del sol en un entorno natural único. Pero ojo, el acceso a pie no es apto para todos.
Cala Pola
Continuamos nuestro viaje dirección a Cala Pola, esta cala aislada es el lugar ideal para aquellos que buscan un refugio tranquilo con aguas turquesas y arena suave.
Cala Llevadó
Nuestra siguiente parada nos lleva a Cala Llevadó, una cala de ensueño que combina la belleza del mar con el encanto de la montaña que tanto caracteriza a la Costa Brava. Rodeada de exuberante vegetación y acantilados impresionantes, esta cala ofrece múltiples opciones para disfrutar.
Cala Futadera
Esta cala, con su ambiente tranquilo y su agua transparente, es perfecta para bucear y descubrir la rica vida marina que se esconde en sus profundidades. Se puede llegar a través de unas escaleras que bajan por la ladera de la montaña, un pequeño esfuerzo que merece la pena al pisar la arena.
Cala Giverola
Finalmente, concluimos nuestro recorrido en Cala Giverola, una cala que combina a la perfección la belleza natural con una amplia variedad de actividades como kayak y buceo. Una playa ideal para familias con un acceso apto para todos.
Leave A Reply