Queremos proponerte un plan para hacer durante el próximo fin de semana: pasar un día en Palau Sator. Hoy te contamos lo que puedes ver en este precioso pueblo medieval de la Costa Brava y te sugerimos un restaurante al que ir para reponer fuerzas.
Un paseo con aire medieval
Palau-Sator está en la comarca del Baix Empordà, muy cerca de la costa y a la derecha del río Daró.
Se cree que el nombre de “sator” proviene de la palabra “torre” y que hace referencia a la Torre de Palau que podrás ver en el pueblo.
Aunque su origen es romano, en la aldea predomina la arquitectura medieval. Este estilo es bastante evidente en el casco antiguo.
Accederás al recinto medieval por la calle del Portal. A su lado, verás la Torre de les Hores. Se trata de una construcción del siglo X en la que antiguamente se encontraba el reloj público. Está hecha con piedra irregular y mide unos veinte metros de altura. También te toparás con una torre cilíndrica y una con gran cantidad de viviendas que se levantaron entre los siglos XVII y XVIII.
En el centro del pueblo, ya fuera del recinto medieval, hallarás el Castillo de Palau-Sator. Su planta es regular y, según los estudios realizados, tenía tres pisos. De estilo inicialmente prerrománico, sufrió diferentes reformas en la época gótica (tiempo en el que se hizo una ampliación).
A pesar de estar declarado Bien Cultural de Interés Nacional, no se permite la entrada porque en la actualidad es de propiedad privada.
En el exterior de la muralla podrás contemplar la Iglesia parroquial de Sant Pere, otra de las joyas que forman parte del patrimonio de Palau-Sator.
Termina tu excursión visitando el Museu Rural Mas Pou, un espacio que homenajea la tradición agrícola de esta zona rural con una amplia colección de antiguas herramientas y máquinas para trabajar el campo.
Can Bach, un restaurante con historia
El restaurante Can Bach está situado en una masía de Sant Feliu de Boada.
Al tratarse de un pueblo integrado en el municipio de Palau-Sator, tan solo necesitarás cinco minutos en coche para llegar al restaurante.
La masía fue construida durante las primeras décadas del siglo XVIII por orden de una familia que pertenecía a la aristocracia catalana.
Años más tarde, fue restaurada y decorada con sumo cuidado. El hijo de los compradores, después de regresar de uno de sus viajes a Cuba, quiso que se pintaran unos frescos en la fachada acorde con las características de la época. Acuérdate de este dato cuando vayas al local, ya que estas pinturas aún pueden admirarse.
El abuelo Esteve, familia de los actuales propietarios, adquirió la masía en el año 1923 cuando esta fue puesta a la venta. Can Bach abrió sus puertas en 1998 y en 2006 se rehabilitó todo el edificio.
Este restaurante dispone de una excelente carta basada en la cocina de proximidad de l’Empordà. Ofrece opciones muy variadas y menús que incluyen agua, vino y café.
Entre sus especialidades destacan los canelones de pescado y marisco, el pato a la cazuela, el picantón con ciruelas y el bacalao al horno con pisto y muselina de ajo.
Los sábados, los domingos y los días festivos al mediodía se sirve arroz de Pals a la cazuela. No olvides que también hay platos para los niños y una buena variedad de entrantes como, por ejemplo, los caracoles con alioli.
En cuanto a los espacios, Can Bach cuenta con comedores interiores con arcos de piedra propios del siglo XVII. Asimismo, dispone de una carpa cubierta para comer en el exterior cuando hace buen tiempo. En verano y en primavera es muy agradable disfrutar de la cena o de un aperitivo oyendo el canto de los pájaros.
Sin embargo, si prefieres un ambiente más íntimo o romántico, te encantará comer en el jardín donde hay plantas y césped.
¿Qué te parece el plan? Aprovecha la primavera para descubrir la villa medieval durante un día en Palau Sator y el estupendo restaurante del que te hemos hablado. ¡Te sorprenderán!
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