Ya se han acabado las fiestas. Ahora llega el momento de recuperar los hábitos saludables y de deshacernos de esos kilitos de más.
Ve sacando el chándal y las zapatillas de deporte porque hoy te proponemos visitar tres lugares que te vendrán de perlas para caminar y quemar los turrones, el pavo y hasta el roscón de Reyes.
¿Estás listo?
Una excursión por el Parc dels Estanys
Esta excursión te permitirá descubrir uno de los espacios naturales más interesantes de la Costa Brava, el Parc dels Estanys, donde podrás quemar un buen número de calorías andando, ya que el terreno cuenta con más de 150.000 m².
Aquí encontrarás distintos itinerarios señalizados con paneles informativos. Dado su alto valor didáctico, son recomendables para todos los públicos.
Durante la ruta podrás ver árboles típicamente mediterráneos como encinas, pinos y fresnos. También te irás topando con varios miradores ornitológicos desde los que tendrás la oportunidad de observar tranquilamente a las aves en su hábitat natural. Si te cansas de caminar, podrás sentarte a contemplar el paisaje en los bancos que hay a lo largo del recorrido.
En un punto del camino, verás una inmensa balsa que recoge el agua de dos rieras que bajan de las montañas y los excedentes que llegan del río Ridaura, evitando inundaciones en la zona.
En el Parc dels Estanys es posible avistar más de doscientas cincuenta especies de aves, muchas de ellas migratorias. Los amantes de la naturaleza suelen quedar fascinados por este enclave en el que se respeta al máximo la diversidad biológica y los ambientes naturales que la fauna necesita.
Una caminata por el Massís de Cadiretes
Nuestra siguiente propuesta es un paraje que destaca por su singularidad geológica.
Se trata del Massís de Cadiretes, un terreno montañoso con una densa vegetación que está incluido en el Plan de Espacios de Interés Natural de Cataluña.
Está situado en la zona costera de Girona y ocupa, prácticamente, la totalidad del municipio de Tossa de Mar y parte de los términos de Sant Feliu de Guíxols, Santa Cristina d’Aro, Llagostera, Vidreres, Caldes de Malavella y Lloret de Mar.
Para visitarlo, existen diferentes rutas que puedes hacer a pie: hay recorridos ideales para vivir una jornada aventurera y tramos más fáciles de transitar si vas acompañado por niños.
Paseando por el macizo vas a poder contemplar las preciosas calas y los sorprendentes acantilados que rodean este gran espacio. También divisarás pequeños valles y depresiones con torrentes de agua propios del Mediterráneo.
Te llamarán la atención las formaciones rocosas que verás en el trayecto. Fíjate en los bloques graníticos y en sus curiosas siluetas esculpidas por la lluvia, el viento y los cambios de temperatura.
¿Nos permites dos consejos? El primero es que no olvides llevar una botella de agua para mantenerte hidratado. Y el segundo, es que sigas siempre los caminos señalizados con balizas para evitar perderte.
Haz un camino de ronda
Los caminos de ronda son perfectos para disfrutar de la naturaleza y del aire libre. Es tan agradable andar e ir viendo el paisaje que, cuando te quieres dar cuenta, ya habrás llegado al final del trayecto.
Uno de los más bonitos es el que une la Playa de Sant Pol (Sant Feliu de Guíxols) con la Playa de Sa Conca (S’Agaró), un tramo rodeado por una cuidada vegetación.
Este camino de ronda tiene, entre la ida y la vuelta, cuatro kilómetros. La ruta es lineal y es adecuada para toda la familia.
El terreno no presenta dificultades, puesto que es bastante ancho y casi llano. Eso sí, el recorrido incluye diferentes tramos de escaleras que te irán genial para trabajar las piernas.
Irás bordeando casas señoriales y lujosas urbanizaciones situadas en primera línea de mar. Empezarás el itinerario en la Playa de Sant Pol. Pasarás por los Banys de S’Agaró, lugar en el que verás unas pintorescas casetas de colores que forman parte del paisaje de la Costa Brava. Seguidamente, pasarás al lado de un hotel y luego llegarás a la Punta d’En Pau. A continuación, te encontrarás con la Cala Pedrosa y con el primer chalé que se construyó en la Urbanización de S’Agaró en 1924, la Loggia de Senya Blanca.
Sigue hacia delante y llegarás al mirador de los Esculls de la Font, un cenador de ocho columnas desde donde ya divisarás tu destino, la Playa de Sa Conca. Avanza un poco más y podrás disfrutar, por fin, de esta magnífica playa que, como su nombre indica, tiene forma de semicircunferencia.
Aprovecha la energía que trae consigo el año nuevo para ejercitarte y ponerte en forma, eligiendo para ello los bonitos rincones que te ofrece la Costa Brava. 💪
Leave A Reply