Este municipio es conocido por ser uno de los principales destinos turísticos de la Costa Brava. Además de tener calas y playas preciosas, cuentas con una espléndida arquitectura religiosa en Lloret de Mar, que no te puedes perder.
A continuación, te hablamos de una iglesia y de una ermita que te recomendamos visitar esta Navidad. ¡Toma nota!
La Iglesia de Sant Romà
La Iglesia de Sant Romà nada tiene que ver con la típica imagen de iglesia que muchos nos imaginamos. Se trata de un edificio repleto de colores y de formas atrevidas situado en pleno centro de Lloret de Mar.
El templo se construyó cerca del mar entre los siglos XIV y XX. La idea de la ubicación no era otra que la de facilitar las visitas de los habitantes, en especial las de los marineros devotos.
En su origen, este santuario era de estilo gótico catalán. Después de varias remodelaciones y ampliaciones que tuvieron lugar a lo largo de los años, hoy podemos decir que su estilo es prácticamente modernista.
Las formas sorprendentes y el alegre colorido de su exterior llaman la atención de los paseantes, puesto que estas características no son propias de las obras religiosas que suele haber por la zona del Mediterráneo.
Las fachadas están revestidas con elementos ornamentales. Se han utilizado mosaicos, la técnica del “trencadís” y piezas de piedra y cerámica. En la parte superior destaca el conjunto de cúpulas de inspiración bizantina. Así pues, el resultado es un templo de base gótica con una aplicación modernista y con rasgos bizantinos. También presenta reminiscencias musulmanas y renacentistas.
El interior de la nave es de planta rectangular y presenta un aspecto realmente moderno. El color blanco del techo y de las paredes resalta el tono oscuro de los bancos y los arcos. En cambio, los techos de las dos capillas están pintados de rosa y de azul respectivamente.
En el altar mayor se encuentra una parte de un retablo que fue encargado a los pintores Jaume Fontanet y Pere Serafí, conocido como Lo Grec.
Dada su localización tan céntrica, esta parroquia es elegida en muchas ocasiones para celebrar conciertos de música clásica y algunas festividades.
La ermita de Santa Cristina
A 3,5 km del centro de Lloret de Mar y situada encima de un montículo, se halla la ermita de Santa Cristina.
El espacio boscoso en el que se encuentra la ermita alberga una gran variedad de especies vegetales autóctonas. Este enclave es totalmente privilegiado, ya que desde aquí se pueden contemplar la cala Treumal y la playa de Santa Cristina.
Delante del edificio hay una plaza y detrás de él se esconde un magnífico mirador que ofrece vistas a toda la costa.
Aunque sus orígenes datan del siglo XIV, la ermita fue construida a finales del siglo XVIII. Su ampliación y posterior reforma fueron posibles gracias a las donaciones de sus parroquianos. Es importante remarcar que aquellas personas que no disponían de recursos económicos también pusieron su granito de arena levantando el edificio con sus propias manos durante los días festivos.
Su estilo es principalmente grecorromano y cuenta con una sola nave y dos capillas laterales. El interior tiene bastante interés artístico. Al entrar verás el altar mayor hecho de mármol italiano, un retablo procedente de la famosa Escuela de la Toscana y una colección de maquetas de barcos en miniatura que algunos marineros han entregado a Santa Cristina como ofrenda.
En el exterior podrás observar una barca de remos antigua y una escultura que representa a una joven haciendo un paso de las “Almorratxes”, una danza típica que se baila el 24 y el 26 de julio desde tiempos inmemoriales.
Sobre la puerta, antes de entrar a la iglesia, te llamarán la atención los murales de cerámica que hacen alusión a la pesca.
Si tienes algún día libre durante las fiestas y te apetece ir a Lloret de Mar, te animamos a conocer estas dos joyas de la arquitectura que, estamos seguros, no te van a dejar indiferente.
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