La Costa Brava, además de enamorar, inspira. Por ello, diversas personalidades de todos los ámbitos creativos la han elegido en muchas ocasiones para veranear o pasar largas temporadas. Es el caso de Truman Capote, quien llegó a este destino para dar forma a una de sus obras maestras.
A continuación, te hablamos de su idilio con la costa.
Palamós, el lugar elegido
En la primera década de los años sesenta, el novelista y escritor Truman Capote viajó a la Costa Brava.
Aconsejado por un amigo, decidió dejar los Estados Unidos por un tiempo con el fin de centrarse en la creación de su próxima obra.
Durante unos meses vivió en Palamós. Fue aquí, en este pueblo de pescadores, donde halló la inspiración para escribir la novela que marcó su vida profesional, “A sangre fría”. Las suaves temperaturas, el sol, la brisa del mar, la tranquilidad y los preciosos paisajes fueron clave en su proceso creativo.
Estuvo alojado en diferentes localizaciones. Vivió en una casa cercana a la plaza de la Catifa, en una espléndida masía próxima a la cala Sanià y, en los veranos del 1960 al 1962, se alojó en un hotel a pie de playa.
Cuentan que llegó acompañado de sus dos perros, de su gato y de su pareja. Además, traía consigo unas veinticinco maletas y cuatro mil folios con anotaciones.
Acostumbraba a pasear por la calle Mayor y en ella adquiría la prensa en inglés y la ginebra. También compraba dulces en la pastelería Collboni como cualquier cliente habitual.
Junto a otros intelectuales, solía asistir a los espectáculos flamencos de La Pañoleta, un local de ocio que ya no existe y en el que triunfó “la Chunga”.
Al terminar su libro y por petición de su pareja, Truman Capote abandonó Palamós y se marchó a los Alpes dejando su huella en la Costa Brava, desde donde todavía se le sigue recordando.
Un restaurante inspirado en él
Fueron tantas las visitas que Truman Capote hizo a Palamós, que en esta localidad encontramos un restaurante inspirado en él.
El local se llama Truman y está situado en el Passeig del Mar. Si buscas un restaurante en primera línea de mar que tenga unas vistas inmejorables, Truman es una buena opción.
Está especializado en cocina mediterránea. Destaca por sus hamburguesas gourmet, sus deliciosos arroces, sus croquetas trufadas y su tataki de atún con ensalada fresca de algas y mango.
Dispone de menú del día de lunes a viernes, de menú de noche y de menú de fin de semana. El local es muy agradable y te llamará la atención su interiorismo cálido y vintage. Podrás ver fotografías de la vida del escritor americano en las paredes, las cuales están decoradas con persianas de madera.
Palamós es uno de los destinos más bellos y preciados de la Costa Brava. No dudes en visitar esta villa marinera por excelencia cuando necesites encontrar la inspiración. Recuerda que, en ese sentido, siempre te echará un capote.
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