Reservas naturales, túneles, cuevas, paredes con desniveles, pasillos estrechos, colonias de corales… Bajo el agua de la Costa Brava se esconde todo un mundo repleto de vida que merece la pena que descubras este verano.
A continuación, te hablamos de tres fabulosas inmersiones muy apreciadas por los amantes del submarinismo. ¡Toma nota!
El Bau del Cap Trencat – Roses
Aunque algo expuesta a vientos y corrientes, esta es una de las inmersiones más bonitas que se pueden hacer en la zona de Cala Montjoi. De categoría excepcional, te sorprenderás por el paisaje marino y por la buena visibilidad de sus aguas. La fauna en este punto es muy diversa: esponjas, paredes de gorgonias, coral, meros, dentones, doradas, etc. ¡Te aseguramos que disfrutarás al máximo de la experiencia!
Esta inmersión se lleva a cabo a doscientos metros de la costa. El máximo de profundidad para los expertos está alrededor de los 30 metros.
Nivel: para todos los niveles.
Els Canons de Tamariu – Tamariu
Al norte del Furió d’Aigua Xelida, muy cerca de Llafranc y de Palafrugell, se halla un punto de buceo ideal para los que se inician en esta disciplina.
Els Canons de Tamariu son dos desfiladeros que se extienden formando unos atractivos canales paralelos orientados al nordeste, los cuales han sido esculpidos por las corrientes marinas. Están llenos de gorgonias amarillas y rojas y de grietas cubiertas de coral que aportan un colorido manto natural. Aquí te encontrarás con desniveles, cuevas y pasillos estrechos. En este lugar es frecuente ver langostas, meros, bancos de espetones y, en ocasiones, peces luna.
Las inmersiones se pueden hacer desde los 8 hasta los 40 metros de profundidad.
Nivel: intermedio.
El Barco hundido Boreas – Palamós
Cerca de la Llosa de Palamós, un promontorio situado frente a la costa de esta localidad, se encuentra el Boreas. Se trata de un barco de 40 metros de eslora y 12 metros de manga.
Éste fue hundido en el año 1989 con el objetivo de crear un biotopo marino, es decir, un ambiente o entorno donde se desenvuelven las especies. Su nombre original era Pellworm y fue usado como remolcador de altura durante la Segunda Guerra Mundial.
Alrededor de estos restos hay una abundante vida animal, siendo las lubinas, los sargos y las obladas los tipos de peces predominantes. En los orificios del barco se pueden ver congrios y morenas. En los espacios más oscuros, como en la sala de máquinas, también habitan especies propias de la zona, aunque para verlas se necesita usar una linterna.
La profundidad máxima de las inmersiones que se pueden hacer aquí está entre los 20 y los 30 metros.
Nivel: avanzado.
Si visitas la Costa Brava este verano, ten muy presente que es una zona privilegiada para practicar deportes acuáticos. Y que, en sus profundidades, ya te están esperando todos sus tesoros. No olvides que, tengas o no experiencia en buceo, te recomendamos usar siempre los servicios de un centro especializado en esta actividad.
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