Lo que nos encanta de los miradores es que son espacios al aire libre que nos ofrecen vistas únicas y espectaculares.
Por eso, hoy te traemos una serie de miradores de la Costa Brava que poco tienen que envidiar a otros miradores del extranjero, ya que, al estar al lado del mar, podemos admirar amaneceres y atardeceres únicos de la costa. ¡Mira y verás!
Mirador de Sant Joan, Blanes
El primer mirador del que os hablaremos es también un castillo. La localización de esta fortificación de Blanes está situada en un sitio idóneo, ya que se ubica a unos 170 metros sobre la superficie del mar.
De hecho, durante el siglo XIV, esta altura fue clave en el proceso de vigilancia de la defensa del territorio frente a los asaltos piratas. Además, la fortificación perteneció al conjunto de castillos que formaban la línea de la Tordera (S.XIV), un conjunto de castillos que, a través de indicaciones luminosas, daban un mensaje de alerta que llegaba hasta Barcelona.
La silueta de la costa de Blanes es el principal atractivo de este mirador. También se divisa el Montseny, la cordillera litoral y si el cielo está despejado de nubes, es posible ver el monte de Montjuic.
Algo curioso de este mirador es que si preguntas a alguien por el Castillo de Sant Joan, puede que no te sepa decir de qué castillo se trata, ya que esta fortaleza también recibe el nombre de Castillo de Forcadell.
Mirador de la Torre de Montgó
Algo interesante de este mirador, situado al lado de la cala Montgó, es que también es una torre defensiva compuesta por varios pisos. El acceso al mirador se encuentra en la primera planta. Eso sí, para acceder tienes que subir unas escaleras de hierro. Los otros pisos son la planta baja y la segunda planta.
El mirador, conservado en un perfecto estado, ha sido reconocido por la Generalitat de Catalunya como una localización de gran interés cultural. En cuanto a su historia, es recalcable el hecho de que fue construido en el año 1598, por orden de Felipe I con el fin de proteger a los pescadores de futuros posibles ataques por parte de piratas.
Acceder a esta torre de 100 metros de altitud no resulta algo complicado, ya que al lado de esta disponemos de un parking en la misma colina.
Disfruta de las vistas que ofrece este mirador, ya que no solo nos muestra una magnífica perspectiva de L’Escala, sino que también lo hace de Sant Martí d’Empúries y de la bahía de Roses.
Cuevas de Ses Falgur, Begur
La zona de Ses Falgur es un destino natural y protegido de Begur. El acceso a estas cuevas se puede hacer perfectamente a pie, sin embargo, el camino de este sendero no es totalmente llano, pues está formado por rocas de todo tipo de tamaños. De hecho, si se hace una excursión por este territorio con niños, se recomienda que estos sean mayores de 10 años.
Este mirador ofrece vistas al Cap de Begur, al Cap de Fornells y al precioso mar de la playa Aiguablava.
Es innegable que estas cuevas tienen una forma muy peculiar. De hecho, durante años, varios investigadores han debatido sobre su origen. Algunos decían que era fruto de la manipulación humana, mientras que otros defendían que las paredes de las cuevas fueron esculpidas por un solo factor: el paso del tiempo. No obstante, un estudio realizado hace tan solo 9 años (2011) puso punto final al debate, pues durante la Prehistoria (el periodo en el que estas nacieron) los humanos aún no disponían de las herramientas necesarias para moldear una piedra tan dura por la que esta cueva estaba formada.
Desde GHT Hotels, os animamos a pasaros por estos miradores y volver a casa con un precioso recuerdo, ya sea por sus vistas o por las increíbles historias que encierran cada una de estas localizaciones. ¡No olvides visitar nuestra web para comprobar cuál de nuestros hoteles te queda más cerca!
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