En Girona encontramos el encantador municipio de Sant Feliu de Guíxols. Es un lugar ideal para hacer una escapada que ofrece playa, actividades culturales y caminatas tanto por sus calles como por su litoral. ¿Nos acompañas a dar un paseo por este bonito rincón de la Costa Brava?
Ermita de Sant Elm
La Ermita de Sant Elm es una pequeña capilla rectangular con tejado a dos vertientes y de estilo barroco que fue construida en 1452.
Te llamarán la atención la sencillez de su fachada hecha en piedra y los contrafuertes de considerable volumen. La puerta central tiene un par de peldaños y está flanqueada por dos ventanas y un escudo que data del año 1724. En su parte superior predomina una abertura circular.
Actualmente, el edificio tiene muy poco que ver con la ermita original ya que con el paso de los siglos ésta ha ido sufriendo varias reconstrucciones y reformas.
Lo mejor lo hemos dejado para el final. Gracias a su privilegiada ubicación se obtienen unas sorprendentes panorámicas de la bahía de Sant Feliu de Guíxols y de su increíble entorno natural.
Llegar a este mirador es muy fácil porque el camino está muy bien indicado. Debes ir en coche desde el final de la playa de Sant Feliu de Guíxols tomando después la avenida de Sant Elm. ¡No tiene pérdida!
Paseo marítimo
El puerto de Sant Feliu de Guíxols tiene una larga historia que se remonta a la época medieval. En aquellos tiempos, era uno de los puntos de comercio a través del mar más relevantes de toda la Corona de Aragón.
Muchos siglos más tarde, en el año 1945, su paseo marítimo fue construido y diseñado por el arquitecto modernista General Guitart. Él, además de diseñar el ayuntamiento y de reformar la ciudad, se ocupó de que se levantara un pequeño muro con el fin de proteger el paseo de los temporales.
Dando una relajada caminata podrás llegar hasta al puerto. Pasarás, entre otros, al lado de edificios como la Cofradía de Pescadores, el Club Náutico y el Fortín, una obra de color caldera con columnas blancas adosadas que es parte anexa al Museo de Historia.
En la punta del muelle encontrarás el faro. Es de color verde y sigue activo, señalizando y guiando a las embarcaciones que navegan por esta franja del Mediterráneo.
Playa de Sant Pol (S’Agaró)
Si aún no la conoces, la playa de Sant Pol será toda una sorpresa para ti. Primero, por su arena fina y dorada y segundo, por sus famosas casetas de colores. A mediados de siglo, estas singulares construcciones funcionaban como vestidores para cambiarse cuando todavía los hombres y las mujeres se tenían que bañar por separado.
La playa mide aproximadamente un kilómetro de largo y treinta metros de ancho. Se encuentra dentro de una bahía totalmente natural que se ha conservado casi de la misma forma que la propia naturaleza la creó.
Sus aguas poco profundas hacen que la temperatura sea menos fría en comparación con otras calas de la zona. El color del mar tampoco te dejará indiferente puesto que es de un precioso azul turquesa que permite disfrutar del asombroso fondo marino. ¡Si te gusta practicar snorkel, esta playa es magnífica para ti!
Camino de ronda (S’Agaró)
Realizar un camino de ronda es una actividad muy recomendable. Aparte del ejercicio que se hace, es todo un placer contemplar las vistas de la costa catalana. Justamente, el itinerario que comunica la playa de Sant Pol con la playa de Sant Feliu de Guíxols es perfecto para ello.
El recorrido, de unos cinco kilómetros de ida y vuelta, presenta diferentes tramos de escaleras.
Nuestro trayecto comienza desde la pintoresca playa de Sant Pol en la que destacan sus coloridas casetas. Cruzando una pasarela de madera situada sobre la playa verás una pequeña cala de rocas llamada Sa Caleta.
Más adelante te toparás con la cala Maset. Se caracteriza por su abundante vegetación y, sobre todo, por su tamaño ya que cuenta con tan solo quince metros de ancho. Para descender hasta ella deberás bajar por unas escaleras próximas a la carretera que comunica Sant Pol y Sant Feliu de Guíxols.
A continuación, llegarás a tres calas alargadas y estrechas: la cala des Cranc, la cala dels Mussols y la cala del Peix. En el siguiente tramo podrás encontrar varios miradores desde los que se divisa el litoral. Algunos de ellos son el mirador Triadores y el mirador Mestresses.
En un momento dado, la ruta se transformará en un sendero boscoso: estarás en el Paratge de la Volta de l’Ametller. Más adelante volverás a estar cerca del mar, en concreto, a poca distancia de la cala del Molí. Una vez pasado el mirador Peixeteres, empezarás a descender hacia el puerto de Sant Feliu de Guíxols, no sin antes pasar por la cala Jonca.
Después de dejar atrás la Lonja, el Club Náutico y el Fortín, casi habrás llegado tu destino. Distinguirás la bahía y la playa de Sant Feliu de Guíxols situada junto al núcleo urbano, entre el Moll de Pedra de Sa Roca Grossa y la punta de Garbí.
Monasterio
Por último, te proponemos visitar un lugar emblemático en esta localidad. Hablamos del Monasterio de Sant Feliu de Guíxols, un grandioso conjunto monumental cuyos orígenes se remontan al siglo X y que además está considerado Bien Cultural de Interés Nacional
Este monasterio benedictino conserva la Porta Ferrada, una pieza muy antigua la cual fue integrada como pórtico de entrada. Más tarde, se fueron incorporando otros elementos y también otras construcciones como, por ejemplo, la iglesia gótica y el nuevo convento del siglo XVIII.
En la actualidad es posible entrar solo a una parte del templo. También podrás ver, situadas a cada lado de la iglesia, las torres del Fum y del Corn. Dichas torres fueron concebidas para que tuviesen una función de vigilancia. Desde la torre del Fum se emitían señales de humo en caso de peligro y desde la torre del Corn se hacía sonar un cuerno marino cuando una amenaza se aproximaba.
Con el paso de los años, la construcción acogió el Museo de Historia de la ciudad y el Espacio del Médico y de la Salud Rural. Hoy en día, en las dependencias del antiguo Palacio del Abad se halla el Espacio Carmen Thyssen, un centro dedicado a exposiciones temporales.
Si te apasiona la costa catalana y tienes unos días libres, estamos seguros de que te encantará conocer este fabuloso municipio. Y si ya no tienes vacaciones hasta que llegue la Navidad, recuerda que siempre te quedarán los fines de semana. 😉
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