Hoy vamos a dar un paseo por Tossa de Mar, concretamente por la Vila Vella. ¿Quieres descubrir junto a nosotros esta bonita ciudad clasificada como monumento artístico? Sigue leyendo y déjate envolver por sus tradiciones y su historia.
Un pueblo de lo más pintoresco
A diferencia de los grandes núcleos urbanos de turismo masivo, Tossa de Mar, ha sabido conservar el encanto de una villa medieval y no olvidar las tradiciones de la región.
Así, su núcleo amurallado conocido como la Villa Vella es, justamente, ese símbolo que aúna el presente y el pasado y que tanta afluencia de público atrae.
Es la única villa medieval fortificada que se conserva en excelente estado en toda la costa catalana. Actualmente lo que observamos es el resultado de varias restauraciones, especialmente aquellas que se llevaron a cabo a finales del siglo XIV y a lo largo del siglo XVIII.
Casi la totalidad de su perímetro amurallado es el original. Sus tres torres cilíndricas están en muy buen estado: la torre d’en Jonàs (que preside la bahía), la torre de les Hores (situada a la entrada del patio de armas) y la torre d’es Codolar (también conocida como la torre de l’Homenatge, que preside la playa d’es Codolar).
El castillo se construyó en el s. XII en el punto más elevado de la Vila Vella. Estaba formado por una torre vigía y una estancia de planta rectangular. En su lugar hoy hay un faro.
El interior de la Vila Vella es un espacio fascinante. A sus callecitas empedradas y a sus ventanales góticos no les falta detalle ni encanto.
Casi todas las casas que se edificaron en esta zona en el s. XV hicieron uso de la muralla como pared de fondo. Un siglo más tarde se levantaron más hogares, pero ya fuera de los muros.
Las joyas de la villa
Dentro de la Vila Vella llaman la atención las ruinas de la antigua Iglesia de Sant Vicenç. Ésta fue levantada durante el s. XV sobre los restos de una iglesia románica. Estos restos se sitúan en un acantilado y resultan verdaderamente grandiosos a la vista. La iglesia era de estilo gótico, de una sola nave y tenía una sacristía y una capilla lateral. Se destruyó en el s. XIX a causa de la detonación accidental de los explosivos que los franceses almacenaban en el interior del edificio. Los ciudadanos de Tossa emplearon las piedras de la iglesia para la construcción de sus viviendas.
En un punto del recorrido tendremos ante nosotros el faro de Tossa, abierto en 1917. Éste reemplazó a las antiguas hogueras como medio de señalización marítima. Al lado del faro está el Centro de Interpretación de los Faros del Mediterráneo, dedicado a investigar y supervisar la conservación de los faros existentes sobre la costa catalana del Mediterráneo.
No te puedes perder el Museo Municipal. Alberga vestigios prehistóricos y romanos, así como pinturas de artistas que trabajaron aquí en los años treinta. Una de las obras que se puede contemplar es “El violinista celeste” que el distinguido pintor francés Marc Chagall creó en 1934. El museo engloba también la torre d’es Codolar y está considerado como el primer Museo Moderno de Cataluña.
Durante el paseo te toparás también con la estatua más fotografiada de Tossa: el monumento a Ava Gardner. La artista catalana Ció Abellí inmortalizó a la estrella de cine americana que había pasado una temporada en Tossa de Mar grabando la película “Pandora y el holandés errante”. La escultura, de bronce y de medida natural, se erigió para rendir homenaje a la actriz. Se alza en un mirador y tiene los ojos puestos en la bahía, lugar del que ella quedó prendada.
¿Tienes planes para este fin de semana? Te proponemos visitar la Vila Vella de Tossa de Mar y caminar por sus calles empedradas en las que encontrarás rincones preciosos y delicadamente cuidados. ¡Es una maravilla!
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