¿Has oído alguna vez la frase “agárrate que vienen curvas”? En el sentido más literal de la expresión, es justo lo que te diríamos nosotros si te llevásemos en coche a visitar el precioso pueblo de Cadaqués. Para llegar hasta él, se debe atravesar una carretera estrecha con multitud de curvas, algunas más cerradas que otras, pero que merece la pena recorrer. ¡Sube, que nos vamos! 🚘
Su esencia
Cadaqués es un bonito pueblo costero del Alto Ampurdán que se encuentra a tan solo dos horas de Barcelona y que está situado en un puerto natural. Ya desde los años sesenta, ha sido un destino muy frecuentado por visitantes de provincias vecinas y por turistas procedentes de otros países.
Además de por sus vistas y su vinculación con el mar, es conocido gracias a la atención que la presencia de la figura del pintor surrealista Salvador Dalí y otros muchos artistas trajeron a la zona.
También debemos señalar su arquitectura religiosa y, sobre todo, su pasado marinero que está presente en cada una de las calles y rincones de Cadaqués.
Las marcas del pasado
Ya desde el siglo IX, existen referencias de la historia de Cadaqués como una aldea de pescadores en la que destacan calas con encanto como, por ejemplo, la Cala Jugadora, la Cala Culip o la Cala Guillola.
La villa fue asaltada en numerosas ocasiones por piratas que navegaban por el mar Mediterráneo. Debido a estas incursiones, se levantó una muralla de protección la cual fue destruida por el famoso corsario Barbarroja.
El antiguo barrio judío es el testimonio de que una comunidad judía vivió asentada en la localidad durante la edad media. Hoy en día, todavía queda algún vestigio de la sinagoga que existió hasta el siglo XV.
Muchos años después, pintores, escritores, actores, actrices y poetas llegarían a Cadaqués para aportar el toque de glamur y de arte que darían a este municipio fama internacional.
La presencia del Dalí
Al pasear por las calles estrechas de Cadaqués nos daremos cuenta del halo que Dalí dejó en ellas ya que, inevitablemente, las siluetas de las casitas blancas, los colores vivos, las arcadas, etc. evocan en cierta manera su obra.
Tal es su influencia, que en el paseo marítimo hay una escultura suya dando la espalda al mar y a la que no le falta su inconfundible bastón y su irreverente bigote.
Muy cerca de aquí, en Portlligat, es donde se ubica la Casa-Museo del genio nacido en Figueres. Un espacio tranquilo y muy peculiar que veremos tal y como el pintor lo dejó. La entrada con un oso polar disecado, la sala oval, su habitación, su estudio y un sinfín de piezas son más que sorprendentes.
Para tocar el cielo
Dejando atrás el mar, nos adentraremos en el Casco Antiguo cuyas calles empinadas y tortuosas, prácticamente laberínticas, son propias de un trazado medieval.
Una vez hayamos llegado al punto más elevado del centro urbano, nos toparemos con la Iglesia de Santa Maria de Cadaqués. El templo fue erigido en el siglo XIII, pero a causa de los saqueos y destrozos que sufrió por parte de los piratas tuvo que ser restaurado un tiempo después.
La iglesia está pintada de blanco al igual que las típicas construcciones mediterráneas. Al entrar veremos el órgano más antiguo de Cataluña y un retablo de, aproximadamente, unos veinte metros de alto. Cabe decir que, si el interior fascina, la espectacular panorámica de la bahía desde su mirador deja sin palabras.
Espacios únicos
El Cap de Creus es un paraje de la costa digno de admirar que se localiza en el Parque Natural del Cap de Creus.
Las vistas al acantilado son impresionantes. Llaman la atención las formas caprichosas que el viento y el fuerte oleaje han ido esculpiendo sobre las rocas y que hacen despertar la imaginación.
El faro, el cual hace años dejó de estar en funcionamiento, se edificó en el lugar donde se situaba una antigua torre de vigía. Mide once metros de alto y en la actualidad se usa como oficina de información.
A escasos metros podremos contemplar la Cala Fredosa y la Cala Jugadora. Dos enclaves perfectos para tomar el sol, para bañarse, para practicar snorkel y, como no, para hacer unas fotos fantásticas
Ya has visto que, como en la vida, después de las curvas de las que te hablábamos al principio, se halla un sitio verdaderamente maravilloso. Desde GHT Hotels queremos animarte a fomentar siempre una actitud curiosa y aventurera. Puede que en algún momento te veas trazando un recorrido que no es del todo recto, ¡aprovéchalo! Estamos seguros de que te llevará a descubrir lugares inesperados y tan mágicos como es Cadaqués.
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