La Costa Brava está repleta de paisajes y rincones que son un auténtico tesoro. Hoy te queremos hablar de Sant Martí d’Empúries, un precioso pueblo de l’Empordà.
Un poco de historia
Situado en lo más alto de una colina que antiguamente había estado rodeada de agua, se encuentra esta pequeña población que pertenece a L’Escala.
Los primeros habitantes que ocuparon este municipio lo hicieron en el siglo IX a. C.
Muchos años más tarde, las relaciones comerciales que se establecieron con los fenicios, púnicos y foceos masaliotas, hicieron que en Sant Martí d’Empúries se creara uno de los puertos más relevantes de los que se tiene constancia en todo el Mediterráneo. Desde entonces, esta zona ha estado habitada ininterrumpidamente.
Su valor a la vista de todos
Podemos definir Sant Martí d’Empúries como un destino muy tranquilo e ideal para pasar unos días relajados lejos del ajetreo de las ciudades.
Es un pueblo pequeño que tiene pocas calles y que está limitado por la muralla medieval que lo rodea. Goza de muy buen estado de conservación debido a que ha sido restaurado por completo.
No exageramos si decimos que cada paso que se da aquí, brinda la oportunidad de conocer una interesante variedad de lugares históricos y edificios importantes con gran valor arquitectónico.
El recorrido que marcan sus calles principales lleva directamente a la plaza Mayor donde se halla la Iglesia de Sant Martí. El edificio, de estilo gótico, fue levantado en el 1538 sobre un templo prerrománico. La iglesia, que presenta un bonito rosetón en la entrada, es de una sola nave y guarda en su interior fragmentos de barro grecorromano y una pila bautismal de la época románica.
En la misma plaza de la iglesia, se puede apreciar lo poco que queda del antiguo castillo (siglos XIII-XIV): una parte del muro y el portal. Un dato curioso es que el autor del cómic Capitán Trueno, Víctor Mora, se inspiró en estos restos para crear la residencia del héroe.
En el centro histórico también destaca la Casa del Servei Forestal, una torre de aires modernistas desde la que se divisa el Cap de Creus y la bahía de Roses. Actualmente es la sede de la Fundación Iberia Graeca y además está incluida en el inventario del patrimonio arquitectónico de Cataluña.
El Jardín de Víctor Català es un espacio más que merece ser citado por el encanto que desprende. Es un jardín de planta rectangular que aprovecha un tramo de la muralla medieval para formarse y que la escritora de L’Escala, Caterina Albert, mandó construir. Los detalles de este pequeño recinto, hoy de propiedad privada pero que se puede visitar, son un banco y un falso pozo hechos de piedra.
Los alrededores
Queremos recomendar un agradable paseo que es perfecto para hacer andando o en bicicleta y que comienza justo al llegar al mirador que hay junto a la Casa del Servei Forestal.
Después de contemplar las extraordinarias vistas que se tienen desde este lugar, se debe bajar por un tramo que fue inaugurado coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Barcelona’92 y que comunica Sant Martí d’Empúries con L’Escala.
Por el camino, se pasa cerca de la platja del Moll Grec y de la platja del Portitxol. También se pasa delante del impresionante yacimiento grecorromano d’Empúries en el que sus calles, plazas y templos conservan la huella de antiguas civilizaciones.
Cuando tengas la oportunidad de ir a L’Escala, reserva unas horas para deleitarte con la belleza de Sant Martí d’Empúries. ¡No te arrepentirás!
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