Lo practican desde los más pequeños hasta las personas mayores, el surf es un deporte que no tiene edad. Hoy te animamos a descubrir todos los beneficios de este deporte en familia ¡y sobre todo para los niños!
Qué hacer este fin de semana con niños.
El surf permite a los niños estar en contacto con la naturaleza, aprender y respetar el mar. En la Costa Brava encontraréis muchos kilómetros de playas surfeables ¡y escuelas de surf para iniciaros en este fantástico deporte!
El surf es un deporte completo que permite a los más pequeños mejorar su equilibrio y su coordinación. Mientras se divierten con las olas, tonifican sus músculos, aumentan su capacidad cardiorrespiratoria, su resistencia y su concentración. El trabajo muscular de brazos, espalda, abdominales o glúteos, ayuda a tonificar estas zonas del cuerpo que se usan en la mayoría de las maniobras de este deporte. Por tanto, podemos decir que los grandes beneficiados del surf son la coordinación, la fuerza y el equilibrio, lo que convierte a este deporte en una práctica muy completa para los niños.
La edad ideal para comenzar a surfear está entre los siete u ocho años, cuando los niños comienzan a desarrollar la coordinación, el equilibrio y otros aspectos de la actividad motora, pero también hay casos de surfistas mucho más precoces o tardíos, ¡ya que nunca es tarde para empezar a surfear!
Las mejores playas de la Costa Brava.
El aprendizaje es progresivo, cada uno tiene sus propios ritmos, talentos, ganas y fortalezas. Lo mejor es contar con una escuela que pueda enseñarles, como por ejemplo, las que se encuentran en las playas del Estartit, Sant Pol, Sa Riera, Sant Feliu de Guíxols, S’Agaró o Torroella de Montgrí.
Además de un deporte, el surf también es una forma de vida, capaz de transmitir la importancia del trabajo en equipo, el amor por el océano y la naturaleza. Estar sobre una tabla, rodeado del entorno azul y verde característico de la Costa Brava, bajo el cielo, frente a árboles y montañas, nos conciencia sobre nuestro deber de preservar y cuidar el medio ambiente. Adentrarse en el agua nos ayuda a afrontar y superar miedos, a resistir la fuerza del mar y conocer de primera mano todos sus secretos y su belleza. Por ello, el surf en familia posibilita que los más pequeños desarrollen un sentido ecológico gracias al habitual contacto que tendrán con el mar. Entre tantos dispositivos tecnológicos, colores digitales, tanto adultos como niños nos encontramos sumergidos y distraídos por nuestros smartphones y ordenadores. La posibilidad de practicar una actividad dedicada a algo tan genuino como estar en el océano es todo un privilegio. El agua salada posee propiedades cicatrizantes, mejora la respiración, fomenta la eliminación de toxinas, limpia el intestino grueso ¡y renueva las energías del cuerpo!
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