Existen dos tipos de superficies en la playa: la arena blanda y la arena dura.
Sus beneficios son bien distintos, mientras que correr en la arena dura tiene prácticamente el mismo efecto que correr en el asfalto, la arena blanda ofrece muchas más ventajas. Sigue leyendo ¡y descúbrelas!
Mejora la resistencia.
La arena mejora nuestra resistencia física, fortaleciendo sobre todo los músculos de la parte inferior del cuerpo incluyendo tobillos, muslos, culo y pantorrillas.
Un consejo para los más valientes: si camináis o corréis por la orilla, donde el agua cubre parte de vuestras piernas, obtendréis una mayor resistencia en vuestros ejercicios y notaréis una mejoría en vuestra circulación gracias al contraste de temperatura del agua.
Mayor equilibrio y estabilidad.
Al trabajar sobre la arena blanda mejorarás tu equilibrio y tu estabilidad.
Es un lugar perfecto para practicar los famosos “burpees” y mejorar la resistencia de tus tobillos y rodillas. Además, la arena blanda amortigua los impactos que suelen sufrir las articulaciones.
Quemando calorías.
Si nos desplazamos por la arena, necesitamos una mayor cantidad de músculo, lo que supone un mayor gasto calórico. Y dado que la superficie es irregular, ¡conllevará una mayor intensidad en los ejercicios!
Adiós al estrés.
Hacer ejercicio nos mantiene en forma, físicamente y mentalmente, mejora nuestro humor y reduce el estrés. Disfruta del mar, el aire y el sol en la Costa. Libera endorfinas ¡y deja las excusas en casa!
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